'La llegada' (2016)

Crítica de Cine: "La llegada" (2016) de Denis Villeneuve

La llegada
Denis Villeneuve, director conocido por su habilidad para combinar la ciencia ficción con una exploración profunda de la condición humana, nos entrega con La llegada (2016) una de las películas más impactantes del género en los últimos años. Basada en el relato corto La historia de tu vida de Ted Chiang, la película no solo aborda el primer contacto con una civilización extraterrestre, sino que también plantea cuestiones filosóficas sobre el tiempo, la comunicación y la percepción de la realidad.

La historia sigue a la lingüista Louise Banks (interpretada magistralmente por Amy Adams), quien es reclutada por el gobierno de los Estados Unidos para descifrar el lenguaje de los misteriosos visitantes que han llegado en gigantescas naves a diferentes puntos del planeta. Acompañada por el físico Ian Donnelly (Jeremy Renner), Banks se enfrenta no solo a la complejidad de un idioma completamente ajeno, sino también a las tensiones políticas y militares que amenazan con desencadenar un conflicto global. Y como si aprender un idioma extraterrestre no fuera suficiente reto, también tiene que lidiar con generales impacientes y científicos que prefieren la teoría a la práctica.

Uno de los mayores logros de La llegada es su enfoque realista y pausado, que prioriza la reflexión sobre la acción. Villeneuve, con el apoyo de la hipnótica fotografía de Bradford Young y la atmósfera sonora creada por Johann Johannsson, construye un relato inmersivo que desafía las expectativas del espectador. La narrativa, estructurada de manera no lineal, juega con el concepto del lenguaje como una herramienta capaz de alterar nuestra percepción del tiempo, una idea central en la obra de Chiang. El montaje de Joe Walker contribuye a esta estructura compleja, guiando al espectador a través de una historia que desafía la lógica temporal convencional. Y claro, como en toda historia con viajes en el tiempo, la paradoja es un ingrediente inevitable… aunque aquí Villeneuve la maneja con elegancia y sin necesidad de un DeLorean.

Desafío emocional  

Amy Adams ofrece una interpretación conmovedora y contenida, transmitiendo la complejidad emocional de su personaje con una sutileza impresionante. Su actuación ancla la película en una dimensión profundamente humana, alejándola de los convencionalismos del cine de ciencia ficción comercial. La relación entre Banks y Donnelly también se desarrolla de manera orgánica, sin caer en estereotipos forzados. Jeremy Renner, quien interpreta a Ian Donnelly, ha descrito su experiencia en la película como "una exploración de la curiosidad humana y la maravilla del descubrimiento". Por su parte, Adams ha declarado que interpretar a Louise fue "uno de los mayores desafíos emocionales de su carrera". Aunque, seguramente, también pensó en algún momento: "¿No podía ser un idioma más fácil, como el klingon?".

Desde el punto de vista temático, La llegada plantea una reflexión poderosa sobre la comunicación y la empatía, especialmente en un mundo donde la desconfianza y el miedo pueden llevar a la autodestrucción. La idea de que el lenguaje no solo sirve para comunicar, sino que también moldea nuestra percepción del universo, es presentada de manera magistral en la película. Porque, al final, si todos habláramos heptapodo, quizás podríamos anticiparnos a esos días en los que nos olvidamos las llaves en casa.

Conclusión: La llegada es una excelente obra del cine moderno, que trasciende el género de la ciencia ficción para ofrecer una meditación profunda sobre el destino, el amor y la naturaleza del tiempo.
(+): Con un guion inteligente de Eric Heisserer, una dirección impecable y una excelente Amy Adams, logran una película que emociona.
(-): El ritmo lento en algunos tramos de la película, unido al su dominante tonalidad oscura, pueden aletargar a algunos espectadores.

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