ojo spoilers
El fin de la eternidad (The End of Eternity, 1955) trata sobre una organización llamada ‘Eternidad’
cuyos empleados se ocupan de interactuar entre los diferentes siglos a través
de transacciones mercantiles y de la realización de pequeñas modificaciones que
afectarán a los acontecimientos de cada centuria en pos de garantizar la mayor
estabilidad y mayor bienestar para la humanidad.
El protagonista de esta novela es Andrew Harlan, uno
de los trabajadores más profesionales y eficientes, que un buen día comete el
error de enamorarse, en una de sus misiones, de una mujer que le hará replantearse
todos sus principios. Desde ese momento hará lo posible por cuidar a su amada y
que ninguna de las modificaciones que se realizan desde su organización,
afecten a su relación.
Finalmente nada es lo que parece y su chica conoce
perfectamente quién es él y la Eternidad y le advierte que esa ‘protección’ que
pretenden realizar con sus actuaciones será lo que provoque de manera indirecta
la desaparición de la especie humana del universo. Harlan deberá decidir qué
prefiere, ser fiel a la organización a la que ha servido fielmente tantos años
o salvar la humanidad tal y como le ofrece esa mujer.
Historia que va de menos a más y que concluye con un
llamativo y seco final. Se nota quién es su autor y, en él, Asimov nos quiere destacar
una idea fundamental: sólo el ejercicio de la libertad -con sus éxitos y
fracasos- asegurará el desarrollo futuro; la restricción de la libertad se
traducirá en decadencia.
Conclusión: Libro recomendado para todo amante del género, en
especial a los que gusten de viajes en el tiempo.
(+): Su final y el mensaje que se trasluce
(-): Un poco espeso al principio, al explicar el
funcionamiento de la ‘Eternidad’