1 - Juana
de Arco no era francesa. La verdad es que la santa y heroína nació en Bar,
una localidad del ducado de Lorena que por aquel entonces era independiente.
2 - Circular
por la derecha no siempre ha sido lo normal. De hecho, en el Imperio Romano
se circulaba por la izquierda, una costumbre que se mantuvo en toda Europa
hasta la Revolución Francesa. El nuevo régimen instauró la norma de hacerlo por
la derecha, y Napoleón la impuso en el resto de Europa, salvo en Inglaterra,
Suecia y los países que no pudo conquistar.
3 - John
Ford no era tuerto. El parche se lo puso ocasionalmente en 1934 para poder
recuperarse de la operación de cataratas. A partir de entonces, acostumbró a
llevarlo en público como excentricidad, aunque solía cambiárselo de ojo.
4 - Arturo
nunca fue rey. En realidad, fue un general romano llamado Lucio Artorius
Casto, nombrado prefecto para defender Bretaña de los bárbaros.
5 - Nunca
hubo once mil vírgenes. En una lápida de una iglesia de Colonia está
cincelada la leyenda de once mil doncellas asesinadas por los hunos de Atila en
el año 449. Jardiel Poncela ya se cuestionó en una de sus obras que la
auténtica cifra de vírgenes fuera tan elevada; y tenía razón, ya que hoy
sabemos que solo fueron once las jóvenes martirizadas hasta la muerte por los
bárbaros.
6 - Marco
Polo no introdujo la pasta en Europa. Fueron los árabes, durante la
invasión de Sicilia en el año 669 (seiscientos antes del nacimiento del famoso
viajero). El historiador musulmán Al-Idri relató que los árabes instalados en
la isla comían los itriyah, unos fideos secos.
7 - El general Custer nunca dijo aquello de: “El único
indio bueno es el indio muerto”. El verdadero autor de tan espantosa afirmación
fue el general Philip O. Sheridan.
8 - Robin
Hood no era un bandido generoso, ni robaba a los ricos para dárselo a los
pobres. En realidad era un noble llamado Robert Hood, que se sublevó contra el
rey Ricardo II (y no contra Juan “Sin Tierra”) para no pagar impuestos.
9 - Catalina
de Rusia no murió practicando el sexo con un caballo. La soberana falleció
de un infarto, pero la leyenda negra surgió a raíz del descubrimiento de su
colección privada de piezas eróticas, en las que no faltaban escenas de
zoofilia.
10 - Los
piratas no enterraban sus tesoros. O lo hacían
demasiado bien, porque nunca ha aparecido ninguno. Lo normal era que
dilapidaran el botín de sus pillajes en las tabernas, los burdeles y las casas
de juego de la isla de la Tortuga.